Bysidecar asesora a las empresas sobre cómo potenciar las ventas online como respuesta a la crisis generada por el COVID-19

La potenciación del canal online y el avance en la transformación digital ha sido uno de los aprendizajes tempranos que nos ha dejado la crisis del coronavirus. A la espera de conocer qué ajustes sociales y económicos nos trae el regreso a la “nueva normalidad”, todos los estudios apuntan a una potenciación de la venta online y a una aceleración de la transformación digital en las empresas.

Solo en sectores como la alimentación, el peso del digital se multiplicó por dos en plena cuarentena y se espera una consolidación del canal en el último semestre del año. Empresas de sectores que siguen prestando servicios esenciales durante la cuarentena, como telecomunicaciones, han registrado repuntes en sus ventas online de más de un 50%. Las empresas que ya habían implementado estrategias integrales de venta: telco, banca, seguros o energía resisten mejor la crisis; gracias a un usuario que tiene más tiempo para investigar y buscar soluciones de ahorro online.

 

Nuevas oportunidades

En este nuevo contexto, las marcas están abiertas a la digitalización y a la venta online. Con el objetivo de ayudar a las empresas a adaptarse al nuevo contexto, en Bysidecar han recogido en una guía consejos sobre cómo rentabilizar el canal digital. Bysidecar señala a las empresas 4 claves para ganar posicionamiento e incrementar ventas en este contexto:

1) Estrategia, repensar el customer journey

2) Captación, en busca de un nuevo mix de canales

3) Conversión, la cualificación del tráfico es la clave

4) Fidelización, conecta y conoce mejor a tus clientes

El canal digital, tanto en el ámbito profesional, como formativo o de entretenimiento, se ha convertido en una vía de superviviencia para muchas empresas. Conscientes de la demanda de soluciones digitales en este nuevo contexto, en Bysidecar trabajan por acercar el canal a las compañías desde una perspectiva educativa. Esta es la segunda guía que publican tras el impacto del COVID-19, tras una primera en la que asesoraban a las empresas sobre cómo reajustar sus estrategias de marketing y comunicación para afrontar la crisis.

Entrevista a Rubén Bastón: «las marcas saben que lo que den ahora les será devuelto en el futuro»

Probablemente ninguno de nosotros olvidará estos días en los que una pandemia nos obligó a quedarnos en casa, y tampoco lo harán las marcas, que a contrarreloj tratan de reinventarse y adaptar estrategias de comunicación para poder salir airosas del covid19. Vivimos un momento clave para el sector del marketing, en el que cualquier movimiento es determinante. Por todo esto hoy queremos dar respuesta a un montón de preguntas sobre marketing y publicidad en tiempos de coronavirus. Rubén Bastón, director de la revista online de marketing digital «Marketing4eCommerce», nos proporciona algunas claves:

  • Hace unos días retransmitías en streaming junto a otros profesionales del sector publicitario y del marketing un consultorio en el que los internautas podían plantearos sus consultas ante esta situación de “parón” en la actividad laboral. ¿Consideras que ahora más que nunca es importante contar con un buen asesoramiento en sectores como marketing online y el ecommerce?

Siempre es importante pero digamos que con el viento a favor, cualquiera navega. Son las tormentas las que distinguen a los capitanes “del montón” de los buenos de verdad. Es en momentos como estos donde la estrategia de marketing cobra todo el sentido; toca revisarlo todo y cambiar el rumbo adaptándose a una realidad muy diferente a la habitual.

  • Nos quedamos en casa y cambiamos nuestros hábitos y rutinas. Aumenta el uso de internet, el consumo de plataformas como Netflix, el elearning… ¿Qué tipo de negocios se pueden beneficiar y perjudicar más en esta crisis?

Puede parecer que una crisis así es la hecatombe, y nunca es así. En toda crisis hay productos y marcas cíclicas (que se ven arrastradas por lo negativo) y contracíclicas (que van a la contra de la crisis). En esta ocasión es fácil adivinar que al sector del turismo o al de la moda les ha golpeado de lleno. Lo que te preocupa es tener papel higiénico en casa o comida por lo que pueda pasar. Pero por otro lado aparecen los contracíclicos, como la venta online de los supermercados. Les toca hacerlo bien y aprovechar su oportunidad de fidelizar para cuando esto pase. También todo lo vinculado a elearning (farmacia, entretenimiento digital, deportes en casa…). En general, lo digital saldrá de esta crisis tremendamente reforzado. Los estudios de evolución de digitalización, acceso a redes sociales y comercio electrónico llevaban ya 3-5 años en fase de madurez, y la pandemia del coronavirus está suponiendo un fuerte empujón.

Otro efecto indirecto es el de una mayor concentración de la demanda. Si Internet ya tiene una tendencia natural al monopolio o al oligopolio, es probable que esto lo acuse un poco más. ¿Por qué? En estos tiempos de miedo, los usuarios tienden a comprar en las marcas en las que ya confían. Aquellas en las que sienten que hay una mayor probabilidad a que sí les llegue el pedido. Esto concentra la compra en las marcas ya consolidadas y es un argumento más para no dejar de hacer marketing y no quedarse fuera de ese top of mind preferente.

  • No cabe duda de que vivimos una situación en la que las empresas van a tener que tomar decisiones contundentes respecto a su actividad, como quizá, pausar campañas. ¿Cuáles crees que se deben detener y cuáles no?

Lo que deben evitar ante todo es dejarse llevar por el pánico; es muy tentador parar la comunicación en redes sociales o su trabajo de SEO, pero justo ahora deben aguantar. Hay que preocuparse por el cliente y pensar: «¿Qué necesita?» «¿Qué puedes aportarle?». Los clientes quizá no estén listos para comprar, y las campañas “a venta” son la punta del iceberg en el marketing, pero están viendo más tele, más series, más Internet que nunca. No te lo pagarán ahora pero es tu oportunidad para que te conozcan.

Probablemente tenga sentido evitar las campañas a ventas directas: los Google Shopping o campañas más a ventas de retargeting y concentrar esfuerzos en branding y engagement, tanto en comunicación como en inversión en medios. El posicionamiento en Google o trabajar la usabilidad o el diseño puede suponer grandes oportunidades para trabajar tu marketing para cuando el mercado se reactive. Y en lo relativo a redes sociales, no hay que olvidar que no comunicar también es comunicar.

  • Una vez finalice esta crisis, ¿saldrán reforzados ciertos tipos de marketing?

Si se adaptan bien las estrategias, muchos descubrirán el inbound marketing, el centrar su comunicación y sus campañas en las necesidades del usuario, construyendo una relación más a largo plazo con los usuarios a través de una conexión emocional. Y, en el mejor de los casos, cuando todo pase, no la abandonarán, dando por tanto mayor peso en sus estrategias a los contenidos de valor y a los medios de refuerzo de esos mensajes más de marca y menos de “venta a corto plazo con descuento”. En definitiva, acelerará una transición ya en marcha hacia un marketing menos intrusivo y más alineado con las necesidades e intereses de los consumidores potenciales.

  • Puede que haya llegado el momento de revisar en profundidad ciertas estrategias de marketing y publicidad. ¿Cuáles crees que son los puntos clave?

Diría que el más esencial es que la marca no es un ente separado de la sociedad que habita. Su comunicación debe empatizar con el consumidor no solo en lo estrictamente vinculado al intercambio comercial sino también en cómo se posiciona respecto a los problemas que lo rodean. Haga lo que haga una empresa, será valorado a nivel de comunicación por el usuario final. Un ERTE es comunicación. Poner tu logística al servicio del Estado para traer mascarillas, también. Debes asegurarte de trabajar la escala de valores de a marca; tener claros los porqués de su existencia y que esos motivos refuercen tu posicionamiento.

  • Como marca, cada paso y acción que llevas a cabo implica un mensaje. Teniendo esto en cuenta, ¿sería un error ‘desaparecer’ durante el tiempo que se prolongue esta situación? El consumidor podría entender que, como marca, te has olvidado de él. 

Es cierto que prefiero una marca callada a una marca bocazas. Lo primero es revisar que no se te escape nada indebido por falta de sensibilidad. Pero desde ahí, si en un momento en el que tu comunidad de clientes está en fase de máxima necesidad no encuentras nada que decir… es que a esa estrategia de comunicación le falta mucha empatía con su público objetivo. Decir “en estos momentos mi producto es lo de menos, nos callamos”, ya es comunicar. Pero parar de hablar de producto puede convertirse en poner a tu equipo en primer plano y contar cómo la marca está pasando el problema (empatizando así con su clientela), agradecer como marca los servicios básicos que mantienen en marcha el país, explicar cómo limpiar tu producto para evitar contagios…

  • No es descabellado pensar que de aquí a unos meses alguna empresa cambie sus estrategias de marketing y comunicación, y aproveche esta crisis como oportunidad de negocio. ¿Consideras que estemos ante un momento de ‘reinvención’ de según qué negocios?

Sin ninguna duda. Me consta por ejemplo que proyectos de alimentación originalmente orientados al 80% a B2B, venta de fruta a negocios, por ejemplo, han pivotado con la crisis a B2C. Es lógico, no hay oficinas a las que llevar fruta. Pero es muy probable que, si mantienen su estándar de calidad de servicio, en un mes o dos meses con oportunidad de hacer 3-4 entregas a B2C eso genere rutina y estén ganando clientes fidelizados para el futuro. En momentos cruciales como estos, donde la gente está tan conectada emocionalmente, las relaciones que se establezcan serán duraderas. Las marcas confían, saben, que lo que den generosamente en estos momentos les será devuelto con creces por esos clientes agradecidos en el futuro.